Arturo Jauretche

Los pueblos no odian, odian las minorías. Porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

La restricción externa

Como ya mencioné en la entrada de Susana y los dólares, la economía nacional requiere de divisas para su funcionamiento. En función de la estructura económica de Argentina, la principal fuente de divisas son las exportaciones. En los casos de otros países la operación de grandes empresas multinacionales fuera de las fronteras puede significar una importante fuente de divisas también, pero no es nuestro caso.

Si el país no contara con dólares no podrían realizarse importaciones, las que son fundamentales para el funcionamiento de la economía ya que no contamos con un autoabastecimiento total de bienes y servicios, por lo que el el funcionamiento económico se vería seriamente afectado.

El concepto de restricción externa fue desarrollado como uno de los factores preponderantes para explicar los ciclos de "stop and go" de la economía argentina. Se ha denominado de esta manera a los ciclos de crecimiento seguidos de recesión que históricamente ha tenido la economía argentina durante el siglo XX.

Una de las teorías para explicar este comportamiento cíclico de la economía nacional es la de la restricción externa. Según esta teoría, tomando como inicio del ciclo un momento de moneda local devaluada (es decir dolar caro), se comienza un ciclo de crecimiento en el cual las exportaciones aumentan en una primera etapa debido a los bajos costos en dólares (recuerden que la moneda está devaluada en esta instancia) y a que, por venir de un ciclo recesivo, hay grandes saldos exportables. En esta instancia la balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) es superavitaria, es decir que se vende más que lo que se compra, por lo que del comercio exterior resulta que "sobran" dólares.

El crecimiento de las exportaciones hace que el dólar tienda a bajar (los dólares provenientes de las exportaciones hacen que el precio baje por haber mayor oferta de la moneda estadounidense). Además, el crecimiento económico y la baja del precio del dólar impulsan el aumento de las importaciones. El aumento del dólar genera entonces que las exportaciones crezcan menos (por aumento de los costos en dólares y la disminución de los saldos exportables) que las importaciones; hasta que se llega al punto de que la balanza comercial es deficitaria (mayores importaciones que exportaciones). La balanza deficitaria, es decir falta de dólares, hace que se deba tomar deuda en el exterior (deuda externa). El crecimiento de la deuda genera que crezca el gasto en intereses de la deuda, lo que obliga a tomar más deuda aún. Cuando la carga que implica esta aumento de la deuda externa se produce el STOP.

El STOP del ciclo implica recesión y una importante devaluación de la moneda doméstica. Esta devaluación reduce drásticamente el poder de compra en dólares de los trabajadores. La recesión acompañada de devaluación hace que se reduzcan las importaciones y que por ende aumenten los saldos exportables. Además, al haberse devaluado, los costos en dólares se reducen lo que favorece las exportaciones. Con este escenario vuelve a entrarse en un ciclo de crecimiento GO.

El principal problema de estos ciclos STOP and GO es que los costos de la recesión y las devaluaciones recaen sobre los trabajadores, que son los que pierden empleos y poder de compra durante la etapa recesiva.

Es importante destacar que estos ciclos se han visto interrumpidos desde 2003, ya que el país lleva 8 años de crecimiento (aumento del PBI), reducción de la deuda externa (hoy entorno al 40% del PBI), balanza comercial superavitaria y por ende aumento de reservas en el Banco Central.

Todo esto explica el porqué de las actuales políticas para control de importaciones, que tienen como objetivo mantener la balanza comercial superavitaria, elemento clave para el crecimiento del país y para contar con autonomía respecto del endeudamiento externo. Teniendo en cuenta que se calcula que la economía argentina requiere de 12.000 millones de dólares de superavit comercial (para el pago de intereses de deuda, remisión de utilidades de multinacionales, etc.) es que debemos comprender que el manejo del Comercio Exterior no es un capricho sino una cuestión de sustentabilidad del desarrollo del país.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Susana y los dólares

Uno de los temas que más se escuchó en estos últimos días fue el hecho de que la AFIP no autorizó a Susana Giménez a comprar dólares, en función de la nueva reglamentación que requiere una coherencia entre los ingresos y el monto de dólares que se desea comprar. A raíz de esto surgieron dos datos interesantes:

1- Susana Giménez figura para la AFIP con un ingreso mensual de $ 3.800 ya que el grueso de sus ingresos van a una SRL de su titularidad. Al no haber querido comprar los dólares a través de la SRL sino a su nombre, la AFIP no autorizó la compra por no tener ingresos suficientes justificados para dicha compra.

2- Susana Giménez lleva comprados más de U$S 2.500.000 a lo largo del año.

Si bien la nueva resolución de la AFIP es opinable y seguramente requiera de ajustes en su implementación, quiero detenerme en el segundo dato. Pero antes de ello quiero también realizar una introducción al tema de las divisas para los no iniciados.

Los dólares están disponibles para su compra en función del ingreso de esta divisa al mercado local. El ingreso se produce básicamente por las siguientes vías:

a- Exportaciones. Las empresas que venden al exterior deben liquidar (vender) los dólares obtenidos (o parte de ellos, según el rubro) al Banco Central.
b- Inversión extranjera directa. Empresas que realizan inversiones en el país, que para operar en el mercado local deben hacerlo en pesos y por ende venden los dólares a invertir.
c- Envío de dólares de argentinos viviendo en el exterior (a familiares por ejemplo).
d- Cobro de jubilaciones, pensiones, etc de residentes extranjeros en Argentina.
e- Ganancias de empresas multinacionales argentinas en el exterior giradas a sus casas matrices en el país.
f- Toma de deuda en bancos extranjeros, ya sea por el Estado o empresas privadas (esto es lo que luego se llama deuda externa, ya sea pública o privada).

Como surge de las posibilidades de ingreso de dólares a la economía mencionadas, la disponibilidad esta divisa es limitada. El Estado argentino no puede emitir dólares, por lo que para que la gente y las empresas puedan comprar, primero deben ingresar a la economía.

La pregunta que debe responderse a continuación es, ¿para qué se utilizan los dólares en la economía local?

a- Para pagar por las importaciones, algunas fundamentales para el funcionamiento de la economía ya que no tenemos capacidad de autobastecimiento de todos los bienes y servicios que se consumen.
b- Para el pago de deuda externa (ya sea pública o privada)
c- Para que las empresas multinacionales con operación en Argentina puedan remitir sus ganancias a las casas matrices.
d- En viajes de argentinos al exterior.
e- Para que empresas argentinas que operan en el exterior puedan realizar inversiones en terceros países.
f- Para que personas con capacidad de ahorro puedan comprar bienes, realizar inversiones o simplemente depositar esos excedentes en el exterior.

Obviamente no todos los usos mencionados de los dólares tienen la misma importancia para la economía en su conjunto. Es evidente que ciertas importaciones (bienes de capital por ejemplo; ciertos insumos no fabricados localmente; etc) son fundamentales para el funcionamiento de la economía. El giro de utilidades de empresas multinacionales es inevitable (si bien debe estar correctamente regulado) mientras las mismas operen en el país, y debido a la falta de un empresariado nacional que cubra todas las necesidades de la economía, no es una opción que no haya empresas multinacionales operando en el país.

El pago de deuda externa depende de cuánta deuda se tome en el exterior y es un factor fundamental a controlar (como viene haciendo el Gobierno desde 2003).

Por otro lado, hay usos de los dólares que son de menor prioridad, siendo el menos prioritario que los argentinos con excedentes puedan comprar bienes o realizar depósitos en el exterior. Esto es lo que comúnmente se denomina fuga de capitales.

La fuga de capitales tiene dos aspectos negativos. El primero es que capital generado por la economía local no se reinvierte en la misma para generar más crecimiento, sino que se retira. Esto hace que el ciclo normal del capitalismo (es decir generar capital, que se reinvierte para generar mayor capital) se vea disminuido porque parte del capital se retira de la economía, y el crecimiento económico sea menor que el que podría darse si no se produjera la fuga. El segundo factor negativo es que esta fuga disminuye la cantidad de dólares disponibles en la economía, limitando la disponibilidad para los usos prioritarios. Una de las demandas encubiertas de los sectores del establishment y de los políticos de la oposición es la toma de deuda externa para financiar, entre otras cosas la fuga de capitales.

Dicho todo esto vamos al caso de Susana Giménez. La "diva" tiene una capacidad de ahorro extraordinaria en función de los abultados ingresos que logra mediante su trabajo en el país. Pero no tiene vocación de reinvertir ese capital en la economía local sino que compra dólares para gastar, ahorrar o invertir esos excedentes en la economía de EEUU. El "sentido común" del liberalismo de bien-pensante de clase media indica que como la "diva" gana su dinero en forma legal, ella puede hacer lo que quiera con su dinero; incluida la compra de dólares para fugarlos del país.

Pero la pregunta que surge, teniendo en cuenta lo dicho más arriba de cómo se generan los dólares para la economía local y cuáles son los usos que deben dársele es: ¿debe la economía nacional permitir la fuga de capitales en forma indiscriminada de Susana y todos los otros argentinos con capacidad de ahorro en función de su actividad en Argentina? Mi opinión es que no. Y no digo que no puedan comprar dólares, viajar y gastar; pero dentro de determinados límites. Y los límites deben estar basados en dos conceptos: el cuidado de las divisas considerando lo dificil que es conseguirlas y el favorecimiento de la reinversión del capital generado en la economía local.

Para cerrar, creo que a partir de la psicosis generada por los controles establecidos a la compra de dólares se abre una oportunidad de debatir y explicar al público en general temas centrales para la economía del país. Y no he hecho mención a los que operan en negro y utilizan la compra de dólares para fugar capitales evadiendo impuestos, esto para otra oportunidad...

sábado, 5 de noviembre de 2011

A un año de la muerte de Néstor

Hace cerca de un año, cuando recién nos estábamos acostumbrando a la idea de que Néstor no estaría más físicamente con nostros escribía una reflexión localista de su legado. A un año de su desaparición física y motivado por una noticia que salió hace unos días en los medios locales quiero retomar algo de lo que mencionaba en mis líneas de hace un año. En aquel momento escribía:

"Para cerrar, ¿qué nos dejó Néstor a los marplatenses? Una ciudad que la macroeconomía nacional hace viable, que no expulsa a sus jóvenes, en crecimiento, pujante. Es decir, nos devolvió nuestra querida ciudad y la posibilidad, que para muchos estaba vedada, de vivir en ella. Obviamente que falta mucho y que Mar del Plata está lejos de ser lo que me gustaría que fuera, pero a diferencia del neoliberalismo que nos impedía que Mar del Plata fuera una ciudad viable, pujante, desarrollada; el modelo que nos deja Néstor nos da esa posibilidad. Lo que falta es responsabilidad de nosotros, los marplatenses; es decir nos devolvió la posibilidad de definir el destino de nuestra querida ciudad, la cual nos había sido arrebatada por el neoliberalismo que sólo miraba a Miami, Punta del Este y Brasil. Ahora debemos hacernos cargo, Mar del Plata es lo que logramos que sea, si falta (que falta y mucho) es por nuestras limitaciones."

Decía que una nota que salió en los medios en los últimos días es lo que quiero tomar como eje para estas líneas. La noticia es que MdP tiene una desocupación de más del 11%, cuando la media nacional es de alrededor de 7,5%; es decir que tenemos unos 3,5% más de desocupados que la media del país.

En el párrafo citado más arriba decía que Néstor nos devolvió a los marplatenses la posbilidad de que MdP fuera económicamente viable desde un punto de vista de la macroeconomía y que el destino de nuestra ciudad, en estas nuevas condiciones, depende de nosotros, los marplatenses. Y con una macroeconomía que hace viable a nuestra ciudad y con un fuerte desarrollo industrial en distintos puntos del país, MdP vuelve a ser récord de desocupación y continua sin generar un desarrollo industrial que permita mejorar la cantidad y calidad de empleos.

Este atraso en la generación de empleo y en la indsutrialización, comparada con el resto del país, o si se prefiere con los otros grandes centros urbanos del país, lo considero responsabilidad de los marplatenses y de sus dirigentes. Dentro de los responsables es importante destacar al gobierno municipal del intendente Pulti, recientemente reelecto. Pulti no sólo no tiene una visión que considere al trabajo como una prioridad sino que tampoco pone pone en su agenda el desarrollo industrial de la ciudad. Y aquí es donde somos responsables los marplatenses, por volver a elegir un proyecto de gobierno municipal que no quiere y/o no sabe como industrializar MdP con el objetivo de incrementar la cantidad y calidad de empleos.

Ahora bien, no creo que debamos considerar esta situación (me refiero a otros 4 años de Pulti) como algo inmodificable y resignarnos a otros cuatro años de NADA en materia de empleo e indsutrialización a nivel municipal. Debemos, cada uno desde nuestro lugar, ayudar a instalar el tema de la necesidad de industrializar la ciudad con el objetivo de que MdP tenga un nivel de desempleo por debajo de la media nacional con empleos de alta calidad (me refiero a bien pagos y en BLANCO).

Para finalizar, y como parte del proyecto kirchnerista como me siento, no quiero dejar de criticar desde una visión local la estrategia del FpV a nivel local; que con el objetivo de sumar la mayor cantidad de votos posibles para Cristina (lo que todos los kirchneristas queríamos más que nada) permitió a Pulti "colgarse" de su boleta. Y cierro con una reflexión contrafáctica: ¿qué hubiera pasado si el único candidato a intendente en la boleta de Cristina hubiese sido Carlos Cheppi?...